Ha pasado mucho tiempo. Como decía
aquella canción “it’s been a while”. Y aquí estamos de nuevo, juntos. Nos
volvemos a encontrar y, aunque creía que te recordaba bien, te encuentro mucho
más cambiado.
Supongo que los años no pasan en balde
para nadie y al fin y al cabo han sido unos cuantos. Tampoco sería sensato
pensar que, al encontrarnos, todo iba a seguir como estaba. Sí que ahora,
cuando estoy contigo, siento la esencia de lo que fuese nuestro pasado. Pero el
eco de cada acción, cada palabra, dice clara e irremediablemente lo mismo todo
el tiempo: “it’s been a while”.
Y ahora no sé si volver no ha sido
deshacer el camino recorrido, tirar por la borda todo lo logrado, todo por lo
que luché ferozmente una vez. Todo por lo que hice de tripas corazón para
mecer cada palabra en el momento adecuado, y no antes ni después. Ha
pasado mucho tiempo y no ha sido en balde.
Y ahora que vuelvo a estar contigo, me
pregunto si de verdad es lo que necesito. Lo que realmente quería. Si no era,
en realidad, más que el dulce eco de una buena experiencia que hay que dejar
atrás para no agriar. Volvemos al punto de partida, en punto
muerto y con la dirección desbloqueada.
Ahora, juntos de nuevo, podemos decidir hacia dónde ir, a qué velocidad
viajar, cómo lo queremos hacer.
Y, sin embargo, no puedo evitar que una
extraña sensación me invada. Esa que me dice que pronto el dulce eco de una
experiencia pasada será justamente el de la que juntos acabamos de dejar atrás,
viejo yo.
Y no sé si algún día volveré a romper con todo, a darle la vuelta al mundo, a quebrar la línea temporal, a caminar de espaldas. No sé si algún día me sentaré aquí de nuevo, con el único propósito de volver a escribir “it’s been a while”.
Y no sé si algún día volveré a romper con todo, a darle la vuelta al mundo, a quebrar la línea temporal, a caminar de espaldas. No sé si algún día me sentaré aquí de nuevo, con el único propósito de volver a escribir “it’s been a while”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario