29.12.06

Relief

Vamos con otro de creación própia. Éste dedicado a quienes en algún momento han sentido que se han desprendido de él cosas que nunca han vuelto:

[…] Y ya estando en el andén, la rodeó por la cintura y apoyó la cabeza contra su nuca.

Ni tan siquiera fundirse en aquel abrazo hizo ya que ambos fueran uno.

Pese a todo, y sin girarse, ella reposó su cálida mano sobre uno de los brazos que la envolvían, y dándose la vuelta rápidamente hizo de aquel abrazo algo recíproco.

Ahora ya el llanto y el alarido producido por la locomotora se confundían entre nubes de un negro y denso vapor.

Fue la sensación de acariciar su suave cabello la que más le supo a pérdida, y la que, abriendo sus brazos para despojarse de aquello que sabía que nunca había sido suyo, decidió que más echaría de menos.

Un último roce entre las yemas de sus dedos, al desentrañarse las entrelazadas manos, separó por completo a dos corazones muertos.

Dejar que se alejara no fue fácil, pero sabía que, pese a los nubarrones que acompañaban al día, detrás nunca dejaba de brillar el sol…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

separarnos de las personas queridas siempre es doloroso, pero el dolor nos hace madurar i crecer como personas, siempre nos qdan los recuerdos aunq aveces qramos olvidarlos siempre perduran dntro d nuestro subconciente...o al menos asi lo creo yo

Anónimo dijo...

si sbs q los negros nubarrones sconden el sol, xq no vas hacia el?
xq el camino dl dolor i el olvido?

.............no hay nada imposible